Un equipo arousano desarrolla Almatea, una herramienta a medida para el sector.
Sábado, 20 de febrero del 2021. La Voz de Galicia. Foto: Martina Míser.
Dicen de él que es un sector difícil, que se resiste a los cambios y a la innovación. Pero no es cierto. O no del todo. Los bateeiros gallegos llevan años incorporando máquinas para hacer menos sufrido el laboreo del mejillón. Sin embargo, un sector tan potente como éste parece tener sus reticencias a la hora de dar el salto a la digitalización. “Por que no mar non se están desenvolvendo ferramentas que xa se están aplicando noutros moitos sectores?”, se preguntó un buen día Francisco Otero. Él es ingeniero industrial, pero la suya es una familia de mejilloneros: lleva la batea en los genes. Formulándose aquella pregunta, este isleño iniciaba un camino que lleva a Almatea, una herramienta digital que ofrece “todo o que necesita un bateeiro no seu día a día”.
Otero, que hizo este viaje junto a Irene Oubiña, comenzó planteándose la creación de un software que ofreciese, como mínimo, un control de trazabilidad del producto y de los medios necesarios para tener bajo control la producción. Pero pronto vieron que esa idea se quedaba pequeña: la experiencia les decía que había muchas más cosas que hacer. “Nas bateas non hai unha forma sinxela de levar a facturación, así que desenvolvemos un software de xestión”. El siguiente paso lógico era poner en marcha un sistema de contabilidad. Y todo lo demás, porque Almatea ofrece información meteorológica y del estado de las toxinas, pero “particularizada para que vexas nun único golpe de vista en que estado está a túa batea”.
Tras muchas pruebas y ajustes, Almatea salió al mercado el pasado año. “Lanzámola en abril”, recuerdan. Con todo el país encerrado en casa, ellos decidieron seguir adelante, igual que el sector para el que habían diseñado su producto. Poco a poco, Almatea comienza a hacerse un hueco en el mar. “Falamos dun sector un pouco reacio, moi pouco dixitalizado. A mayoría da xente segue pensando que coa libreta ou un programa de Excel xa teñen o que precisan”, explica Irene Oubiña. Pero lo cierto es que la tecnología ofrece muchas posibilidades de agilizar el trabajo y mejorar la rentabilidad del negocio. Y Almatea quiere ser, exactamente, eso, una herramienta útil. Para ello, explican sus creadores, se ha desarrollado un sistema que “non supoña un traballo extra para o bateeiro”, que no implique la instalación de sensores ni un gran desembolso económico: supondría una inversión de 0,005euros por kilo, según sus diseñadores.
De lo que se trata, como en casi todos los sectores, es de simplificar, simplificar, simplificar. De hacer una herramienta ágil que se adapte a la realidad de un sector muy complejo y que cada productor pueda personalizar hasta el último detalle, ajustándola como un guante a su forma de trabajar la batea. Buena parte de ese trabajo se hará desde un apartado bautizado como Cuaderno de Bitácora, en el que, cada día, se anotará quién trabaja en la batea y durante cuánto tiempo, por lo que esta herramienta cumple con las condiciones de un registro horario de la jornada laboral.
Además, en este espacio se apuntan los trabajos que se realizan durante la jornada, quedando consignados los cambios que se producen en la batea – extracción de mejillón de un determinado tamaño, reparqueos, desdobles -. Eso permite que el productor sepa, al detalle y de forma inmediata, el estado de la mejillonera y la cantidad de bivalvo de los distintos tipos de los que dispone. Todo esto va asociado a un sistema de alarmas, bautizado como “asistente de maduración”, que llegado el momento notifica mediante mensajes que el mejillón ya debería haber alcanzado la talla precisa para su desdoble, o su venta. Esa función se irá enriqueciendo con el paso del tiempo, a medida que se incorporen datos – cuya privacidad está garantizada -. Y es que el software de Almatea echa mano del machine learning, un método de análisis que automatiza la construcción de modelos analíticos y permite realizar predicciones.
Afirman sus diseñadores que esta es una herramienta útil para los pequeños productores y para las empresas que gestionan desde tierra varias mejilloneras: pueden conocer el estado de la producción de todas ellas sin tener que ir al mar. Y para aquellas otras que se encargan del mantenimiento de las mejilloneras: una derivada, Almapea, permite al productor mantener al día el calendario de revisiones y trabajos de mantenimiento, y a quien se encarga de ellos planificar el trabajo y agilizar el papeleo.